A más de un letor de estas líneas le habrá ocurrido la desagradable experiencia de llegar a su coche y encontrárselo como el de la imagen. En ésta se deduce claramente que ha tenido que ser intencionado. Entonces surgen las preguntas: ¿es delito rayar un coche? ¿cómo puedo demostrarlo?.
Pues bien, la respuesta es sí, es delito, pero no en todos los casos. Hay que distinguir entre aquellos supuestos en los que la raya ha sido hecha sin intención alguna (por accidente) y aquellos otros en los que la raya ha sido hecha de forma premeditada.
En el primer caso la cuestión se resuelve rellenando un parte amistoso que se envía a la compañia de seguros, siempre y cuando exista cobertura de daños propios en la póliza y el causante no haya dejado sus datos. No hay delito.
Pero en el segundo caso, la cosa adquiere mayor complejidad. Aquí sí que hay delito. Desgraciadamente, en la mayoría de los casos nunca llegaremos a saber quién ha sido el autor de la raya. Tal vez sospechemos del vecino, de algún compañero de trabajo, de un empleado nuestro, de una expareja, de algún niño travieso. Pero cuando la sospecha es seria y fundada, ¿cómo podemos demostrarlo ante un juez?
Nuestro Código Penal, en su artículo 263.1, establece que "el que causare daños en propiedad ajena no comprendidos en otros títulos de este Código, será castigado con multa de seis a veinticuatro meses, atendidas la condición económica de la víctima y la cuatía del daño. Si la cuantía del daño causado no excede de 400 euros, se impondrá una pena de multa de uno a tres meses".
Dos son las posibles soluciones para poder demostrar quién ha rayado el coche si no le vemos en el momento de cometer el acto delictivo:
- Pedir permiso a la comunidad de vecinos para instalar cámaras de seguridad en el garaje o en los alrededores del perímetro comunitario (aunque no siempre habrá consenso).
- Instalar sistema de vigilancia internos, no siendo necesario entonces pedir permiso a la comunidad.