Aunque esta entrada la he etiquetado en "de rabiosa actualidad", lo cierto es que no es un tema que sea actual, ni mucho menos. Deberíamos remontarnos a los orígenes de las sociedades humanas para comprobar que es un asunto permanente.
La corrupción política es un fenómeno que ha acompañado a la humanidad a lo largo de su historia, tan antiguo como las primeras formas de organización social y gubernamental. No es un invento de la modernidad, sino una constante que ha adoptado diversas formas y ha sido percibida de manera diferente en cada época.
Orígenes y Antigüedad:
Antiguo Egipto (c. 1100 a.C.): Se encuentran registros de los primeros casos documentados. Un ejemplo notorio es la denuncia de Peser, un exfuncionario, sobre los negocios ilícitos de otro funcionario asociado con profanadores de tumbas durante el reinado de Ramsés IX. Las leyes contra el soborno ya existían, castigando severamente a los jueces corruptos.
Grecia Antigua: La corrupción era una realidad. Se mencionan casos como el de Demóstenes (324 a.C.), acusado de apropiarse de fondos, y Pericles, a quien se le atribuyó especulación en la construcción del Partenón. Aunque el soborno se tomaba en serio y se aplicaban penas estrictas, la distinción entre un regalo y un soborno no siempre era clara. Existían mecanismos de control y rendición de cuentas para los magistrados, y los tribunales imponían multas y confiscaciones de bienes.
Antigua Roma: La corrupción estaba muy extendida. La "adesectatio" (seguimiento de clientes para exhibir poder) era común, donde los gobernantes protegían a sus clientes a cambio de apoyo. También había "coitiones" (acuerdos para repartirse votos) y la "commendatio" (el "enchufe" actual) para conseguir empleo. La concusión (cobro de impuestos inflados para beneficio propio) era la norma en las provincias.
Edad Media:
Con el auge del feudalismo, surgieron prácticas de explotación y abuso de poder. Si bien la religión católica introdujo una nueva moral donde el robo era pecado, la posibilidad de la confesión y el perdón a menudo abrieron la puerta a nuevos abusos. Algunas formas de corrupción incluso se consideraban legales o legítimas en ciertos contextos.
Edad Moderna y Contemporánea:
Antiguo Régimen en Europa: Favoritos, secretarios y funcionarios se lucraban con sus cargos y repartían favores, generando redes de corrupción endémicas en las cortes.
América Latina Colonial: La corrupción fue una constante. La venta de cargos públicos era común, y se pagaban "anatas" (equivalentes a un año o medio sueldo) por los nombramientos. A pesar de los intentos de la Corona española, como el Sistema de Intendencias, la corrupción persistió.
Siglo XIX y XX: La lucha contra la corrupción comienza a tomar forma más organizada. En Estados Unidos, a partir de la década de 1970, se dictan leyes contra el soborno, como la Foreign Corrupt Practices Act (FCPA) en 1977. La corrupción sigue manifestándose en diversas formas, desde el tráfico de influencias y el nepotismo hasta el clientelismo y la manipulación de información pública.
Actualidad: Existe un consenso global sobre la urgencia de combatir la corrupción, reconociendo su impacto negativo en el desarrollo y la democratización. Sin embargo, sigue siendo un desafío global, manifestándose en escándalos de gran magnitud que involucran a políticos, empresarios y funcionarios públicos en todo el mundo.
En resumen, la historia de la corrupción política es un reflejo de la complejidad de las relaciones de poder y la naturaleza humana. Si bien las leyes y las percepciones sobre la corrupción han evolucionado, su presencia ha sido una constante en la historia de las sociedades.