El orgien del socialismo en España está estrechamente vinculado al contexto socioeconómico y político del siglo XIX. La industrialización, que comenzó a tomar forma en el país en la segunda mitad de este siglo, trajo consigo progundas transformaciones en la estructura social, generando un creciente descontenco entre los trabajadores y las clases populares ante las condiciones laborales precarias y la pobreza generalizada.
En España, se vio influenciado por las corrientes socialistas y oberas que surgieron en otros países europeos, como Alemania y Francia. Ideas de teóricos como Karl Marx y socialistas utópicos como Charels Fourier y Pierre-Joseph Proudhon empezaron a difundirse entre los intelectuales y las clases trabajadoras de España.
El primer grupo socialista definido fue el "Centro Obrero", fundada en 1855 en Barcelona. En 1868 surge el "Partido de los Trabajadores", precursos del socialismo español. No obstante, es en 1879 cuando se funda el "Partido Socialista Obrero Español" por Pablo Iglesias, un hito clave en la historia del socialismo español.
A medida que el PSOE ganaba visibilidad, también lo hacía el movimiento obrero. La creación de sindicaos y organizaciones obreras buscaba mejorar las condiciones laborales y defender los derechos de los trabajadores. La "Unión General de Trabajdores" fue fundada en 1888 y se convirtió en el sindicato más importante del país, vinculado al PSOE.
El socialismo español adoptó un enfoque principalmente municipalista, con énfasis en la creación de cooperativas y la autogestión. Durante la "Semana Trágica de 1909" en Barcelona, se produjo una fuerte represión contra los obresos, consolidando la violencia como una herramienta de control social.
Con la proclamación de la Segunda República en 1931, el socialismo alcanzó un nuevo nivel de influencia política en España, participando en gobiernos y sindicatos. En este contexto, el PSOE y la UGT jugaron papeles cruciales en el desarrollo de políticas progresistas y de reformas sociales. Sin embargo, la polarización política y social culminó en la Guerra Civil Española (1936-1939), donde los socialistas se alinearon con el bando republicano contra las fuerzas franquistas.
Tras la victoria del General Franco, el socialismo fue perseguido y reprimido. Durante el régimen franquista, muchos socialistas se exiliaron, pero el PSOE y otros grupos socialistas continuaron su actividad clandestina. Con la muerte de Franco en 1975 y el inicio de la Transición Española, el PSOE se reestructuró y se legalizó, participando activamente en la redacción de la nueva Constitución de 1978.
Desde la llegada de la democracia, el PSOE ha sido uno de los principales partidos políticos en España, gobernando en varias ocasiones y desarrollando políticas sociales y económicas relevantes en el contexto europeo.
El socialismo en España ha evolucionado a lo largo de más de un siglo influenciado por cambios sociales, económicos y políticos. Desde sus orígenes modestos, se ha convertido en un pilar fundamental de la política española actual, convirtiéndose en un referente en la lucha por la justicia social y los derechos de los trabajadores.