El amable lector de estas líneas habrá oído o leido alguna vez la expresión "nada nuevo bajo el sol". ¿No es asi?. Según la opinión dominante se atribuye al rey Salomón. y tendría sus orígenes en la Biblia, concretamente en el Libro de Eclesiastés, 1:9.
Todo lo que ocurre en el mundo ya ha sucedido antes, por lo que la historia tiende a repetirse. Situaciones, sentimientos, conflictos, alegrías...se repiten a lo largo de la historia. Nada es realmente original. Todo es una variación de lo que ya existió.
La corrupción política también. Un mal que afecta a muchos países y cuyos orígenes se remontan a la noche de los tiempos. Nada nuevo bajo el sol, entonces. Es cuando personas con poder político usan su posición para obtener beneficios personales o para un grupo reducido, a menudo de manera ilegal. Debilita la democracia, erosiona la confianza en las instituciones y en los líderes, aumenta la desigualdad, impide el desarrollo y fomenta la criminalidad.
Pero, ¿por qué esta conducta tan propia, para algunos, del ser humano? ¿Cómo combatirla?. La luch contra la corrupción requiere un esfuerzo conjunto de gobiernos, ciudadanía y organizaciones internacionales. Implementando leyes más fuertes, promoviendo la transparencia y fortaleciendo las instituciones. Exigiendo rendición de cuentas a los líderes, participando en la vída política y denunciando actos de corrupción.
Resumiendo, la corrupción política es un problema serio con graves consecuencias. Todos tenemos un papel que desempeñar para combatirla y construir sociedades más justas y equitativas. Es el único modo de que la expresión "nada nuevo bajo el sol" deje de ser aplicable al ámbito de la política...y de nuestros políticos.